**Habrá que Reunir las Hojas**

 
Villavicencio, Meta, Colombia Abril de 2011
Cuando regrese el fuego en el habito del viento, 
volverán las dudas,
crecerá la memoria agitada por las hojas.
"Los sueños permanecen para siempre, los hombres no nos repetimos....
Hijo, sueña siempre conmigo"
Julio Daniel Chaparro Hurtado, poeta y periodista, y Jorge Enrique Torres Navas, reportero gráfico, fueron asesinados el 24 de abril de 1991 en Segovia (Antioquia), en misión periodista.
La intención de su visita a no era otra sino la de indagar e informar sobre cómo pese al paso de la violencia continua la vida. Ello lo había llevado a Julio Daniel, a varios pueblos y corregimientos del país donde grupos paramilitares, narcotraficantes, militares y guerrilleros ejercían una violencia sin tregua. Bajo una serie de crónica que tituló: “lo que la violencia se llevó”, recorrió Carmen de Chucurí (Santander), Vista Hermosa (Meta), Toribio (Cauca), y Tierralta (Cordoba). La de Segovia era la quinta crónica de seis que componían la serie periodística.
Segovia, municipio del nordeste antioqueño, no solo fue epicentro de una amplia agitación social por parte de diversos movimientos de izquierda (campesinos, obrero-patronales e incluso estudiantiles) que en la década de los 80 se manifestaban con rigor y alcanzaban significativa representación política en el pueblo minero. El 11 de noviembre de 1988, Segovia fue epicentro de una atroz masacre perpetrada por grupos paramilitares de la familia Castaño y al parecer por el auspicio de un líder político de la región que había perdido su botín político a manos de la Unión Patriótica, partido político de izquierda.
La misión periodística de Julio Daniel y Jorge Enrique, hoy 20 años después es negada por la justicia colombiana, que a última hora y sin una investigación rigurosa considera el hecho aislado y lejano del oficio del periodismo. El caso ha quedado impune. Hoy 20 años después, el la impunidad total, seguiremos luchando por la memoria y buscando la verdad!
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